Jueves 20 de mayo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
La sociedad enferma

Estamos en los umbrales de un nuevo milenio de la era cristiana y ante la ascensión de un nuevo gobierno, la política y la reversión del canal son temas prioritarios en esta sociedad de consumo que está enferma de tantos traumas, pero que prefiere distraer su atención en asuntos que juzga menos importantes.

La violencia armada, la deserción escolar y la corrupción son algunos aspectos que se han marginado para sustituirlos por otros que inciden en el acontecer político del país. Es lamentable que no ataquemos en forma integral los problemas de esta sociedad y que sectoricemos las anomalías que tiene nuestra nación. A medida que pasa el tiempo nos encontramos en que hay una gran brecha entre los estratos sociales pero nadie es capaz de fomentar un rearme moral para estabilizar las emociones desatadas en este conglomerado humano.

Con pesimismo, tenemos que en el mundo no cesan las guerras fratricidas por cuestiones étnicas y religiosas, en nuestra área los desequilibrios sociales siguen agudizándose y son un detonante para conflictos bélicos. Y Panamá, tierra alegre y confiada, pareciera no haber salido de la etapa de la inocencia ante un mundo globalizado que muestra su garra apocalíptica y la feroz ponzoña de una actitud neo-liberal que va en detrimento de todos los pueblos del tercer mundo.

Nos resistimos a doblegarnos a la llamada globalización sin rostro humano. En Panamá combinamos la mezquindad y a los sectores anti-patriotas que piensan más en sus intereses que en los de la nación. Es evidente que tenemos muchos problemas pero a los sectores sociales hay que atenderlos porque representan las arterias que le dan vida al país. Estimamos que a los panameños nos hace falta una pequeña dosis de conciencia y que volvamos la mirada a esos problemas intrínsecos y que son cotidianos porque de ellos depende la salud moral de nuestro Panamá. En esta materia, no debemos andarnos por las ramas y enfocar aspectos domésticos que también deben ser prioritarios.

La maternidad precoz, la desidia gubernamental, los aduladores y serviles en el engranaje del Estado y la incompetencia de muchos funcionarios que tratan de aferrarse, sin méritos, a la ubre gubernamental, debe ser motivo también de un análisis exhaustivo para que no se sorprenda la labor de rectificación que deben adelantar los servidores públicos idóneos.

Hay una llaga purulenta en muchos sectores de nuestra sociedad enferma. No debemos dejar que nos contamine. Panamá tiene una población sana que sabrá emerger dentro de un régimen basado en una economía de libertad.

 
 

 

 




 

AYER GRAFICO
Bomberos del cuartel "Juan Antonio Guizado" en las postrimerías de la década del '50


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, desconozco el significado de la palabra "política"


OPINIONES




 

 

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