El cierre de las vías parece ser la única forma de presionar al Ministerio de Educación para que brinde respuestas a las necesidades que padecen los centros educativos.
Ayer, en la ciudad capital se protagonizaron dos paralizaciones en dos carreteras principales. Una por parte de los estudiantes del Instituto Comercial Panamá, a la altura de la vía Transístmica; y el segundo por miembros de la comunidad educativa del centro básico Homero Ayala, quienes se apostaron en la vía José Agustín Arango.
La medida de fuerza, en ambos casos, provocó el disgusto de los automovilistas y transeúntes, quienes argumentaban estar cansados de esta situación y reclaman el libre tránsito.
Los estudiantes del Instituto Comercial Panamá reclamaban mejores condiciones sanitarias, ya que a pesar de que este centro educativo pasa por un proceso de rehabilitación no se encuentran en las mejores condiciones.
Argumentaban que padecen el estancamiento de aguas negras, filtraciones de agua en baños y salones, invasión de mosquitos y afectaciones por el polvo que producen las maquinarias.
La intervención de la directora regional de Educación de Panamá Centro, Petra Serracín, calmó los ánimos de los manifestantes, quienes decidieron participar en un encuentro con las autoridades, a fin de llegar un consenso.
Para hoy se programa otro encuentro, donde se podría plantear la reubicación del estudiantado en otros centros educativos hasta que concluyan las reparaciones en este colegio.
EXIGEN REPARACIONES
Por otra parte, padres de familia, educadores y estudiantes del Centro Básico Homero Ayala, en Juan Díaz, también hicieron su demostración de fuerza en la vía. Los protestantes reclaman la reparación de los barandales del balcón del primer piso, que se encuentra en estado deplorable y que causó la caída de un estudiante.
Esta situación mantiene a los docentes en paro militante, sin embargo, aún se estudia la posibilidad de que la Asociación de Padres de Familia, a cargo de María Senhouse, ofrezca en calidad de préstamo una parte del dinero para la reparación del balcón.
Hay otros grupos de padres de familia que se oponen a este porque temen que este partida no sea pagada por el Ministerio de Educación.
Este centro escolar necesita más inspectores, personal de mantenimiento y la contratación de un contador.