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Quedan cinco canes en la casa, y los vecinos temen que salgan a buscar comida. |
Una escena dantesca se descubrió ayer en Calle Primera de Juan Díaz. Serían las 9:30 a.m. Un hombre había sido casi devorado por sus propios perros.
Arcelio Vargas, de 80 años, aparentemente dejó de existir por muerte natural en su casa hacía varios días, según informaron los vecinos. El vivía en la casa 2845 del lugar indicado.
Vargas no era visto con vida desde el domingo. Un "piedrero", a quien llaman Hugo, entró a la casa y descubrió que estaba muerto, dijo una vecina.
El occiso tenía cinco años de vivir con los perros y nunca los alimentaba. Iba un amigo que de vez en cuando les dada comida a los canes.
La Fiscalía Auxiliar levantó el cadáver. La PTJ hizo acto de presencia para investigaciones de rigor.
TENIAN HAMBRE
Una vecina de Vargas dijo que el viejo vivía con 11 perros, pero algunos se murieron de hambre y los seis que quedaban con él, del hambre se lo comieron cuando murió.
Los informes que se manejan, es que cuando llegaron las unidades de la PTJ y la Fiscalía al lugar de los hechos, un perro gris se estaba comiendo los ojos; la sien , el pómulo, el brazo y la nariz ya no los tenía.
La casa estaba completamente abandonada, repleta de herbazales y perros flacos, que aunque no había cerca, no salían de la residencia.
EL RESCATE
Las autoridades entraron a la casa con uniformes y máscaras impermeables. Con un gas tuvieron que alejar a los perros que no permitían que nadie entrara a la vivienda.
En el caso del indigente que entró, una vecina dijo que él duerme en la calle frente a la casa, además los canes le conocen el olor.
ERA UN ERMITA�O
Desde que murió su esposa Alicia hace 20 años, Vargas vivía solo con sus 11 perros, pero era tal el descuido del dueño que se iba sin alimentar a los perros y cuando regresaba estaba embriagado, aseguraron algunas fuentes en el lugar, que conocían al muerto.
Otra fuente dijo que además, Vargas maltrataba a su hijo, quien luego de la muerte de su madre lo abandonó. Tiene un hermano, pero no saben su nombre ni su paradero.
LOS PERROS SE COMIAN ENTRE SI
Como si fuera poco, las fuentes comentaron que los perros más fuertes mataban a los más débiles y se los comían del hambre. Al morir el dueño, nadie se percató. Pasaron varios días hasta que ayer descubrieron su cuerpo en su cuarto.
�Y LAS AUTORIDADES?
Ya no existe la Fundación Amigos de los Animales, pues el albergue fue cerrado por denuncias que allí se mataban a los perros y gatos.
El Municipio de Panamá brilla por su ausencia y la Corregiduría de Juan Díaz, lo secunda. Esa es la percepción de los lugareños.
"Crítica" no vio cintas amarillas alertando a los peatones sobre el hecho, ni alguna autoridad competente que se hiciera cargo de desalojar a los animales. |