No tuvo problemas. Un lleno de película fue el escenario perfecto para que el ejemplar Ferox se apuntara un contundente triunfo en la versión número 82 del Clásico Presidente de la República, celebrado ayer en el Hipódromo Presidente Remón.
El arranque de la carrera fue un poco enredado, pero Ferox supo mantenerse en el paquete y no muy lejos de los punteros.
Como aquel gran cazador, el mimado de don Celestino Carbonell esperó el momento oportuno, y faltando 800 metros para el disco final, apretó el paso para alcanzar a los punteros y de paso echarles tierra en los ojos para llevarse la carrera de manera fácil y contundente.
Florencio Cueto, preparador de Ferox, dijo con la emoción del triunfo alcanzado, que confiaba en el caballo y fue una gran carrera.
Ferox recorrió los 2100 metros en un tiempo de 2:15 y devolvió a sus seguidores B/6.20 por cada dos dólares apostados al ejemplar.
Escoltando a Ferox al disco final llegaron Cuentamelotoo y Dixie Emperor.
SE ROMPIO EL MITO
El mito de que por 15 años un Presidente de la República no asistía a un Clásico Presidente se rompió ayer.
Y es que Ricardo Martinelli, presidente de la República, se hizo presente en el "coso hípico" y, aunque pareciera extraño, la tradición de los abucheos y las silbatinas también fue rota por el mandatario, porque los aplausos y los vivas fue la tónica a la llegada del Presidente.
Debido a la gran acogida del público, el mandatario bajó del palco presidencial para saludar de manos al público que se encontraba en la gradería general.