Un control adecuado de las vacunas -mediante la tarjeta de vacunación- que se le deben aplicar a nuestro hijo, puede hacer la diferencia en su desarrollo y su buena salud, pero en ocasiones por temor a las complicaciones dejamos de lado la seguridad.
Según la enfermera pediatra, Gelda Camarena, de la Policlínica Presidente Remón, hay vacunas que al aplicarse a los niños producen reacciones. Algunos ejemplos es la DPT (contra la difteria, tétanos y tos ferina) en los menores de un año; la pentavalente (contra la difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y meningitis), debido a un componente que se denomina pertusis, el cual irrita el músculo y en ocasiones produce fiebre, lo que hace que los padres se preocupen.
AYUDANDO A LA MEDICINA
La especialista Camarena asegura que los padres pueden tomar algunas medidas para minimizar las posibles repercusiones.
Si el niño tiene menos de 5 años, procurar que no se le dé masaje en el área inyectada.
Para prevenir la hinchazón, enrojecimiento y endurecimiento del área, procure aplicar pañitos de agua fría en el área.
En caso de enrojecimiento, y si al tocar suavemente siente el músculo duro o caliente, aplique compresas de agua tibia (no caliente), hasta que mejore.
Para prevenir la fiebre de la pentavalente o la DPT se le recomienda administrar al niño, al pasar dos horas de la consulta, si lo siente irritable, con fiebre o mal humorado, medicamento de acuerdo a su edad.
INYECCION TRAS INYECCION
Si el niño empieza el cuadro de vacunación a los dos meses, se le aplican tres vacunas: la primera de dos dosis contra el rotavirus, la polio y pentavalente. La segunda dosis de rotavirus debe ser colocada antes que el bebé cumpla los 6 meses, siempre y cuando asista el día que cumpla los seis meses o un día después.
A los 4 meses y a los seis meses se le pone la vacuna contra la polio y la pentavalente.
Al cumplir el año se le aplica la vacuna que lo protegerá contra la rubeola y sarampión (MMR) y la vacuna Hepatitis A, y tienen que colocarle una segunda dosis antes de que el niño cumpla dos años.
Al cumplir un año y medio se le inyecta un refuerzo contra la polio y para la vacuna tetravalente (difteria, tos ferina, tétanos y meningitis).
Entre los 4 a seis años debe recibir un refuerzo contra la polio. A los 4 y 6 años, si viene a los 5 años y 11 meses, MMR, polio, DPT.
La DPT se le suministra a los niños después de los seis años, siempre y cuando no haya completado el cuadro de vacunación.
A los 10 años es necesario una dosis contra la difteria y tétanos.
QUIENES SI Y QUIENES NO
Al niño que está resfriado se le puede poner la vacuna que le corresponde, pero al que llega a la sala con fiebre o ha tenido episodios de fiebre durante la noche anterior, no se le puede aplicar la inyección.
Si está tomando medicamento, antibiótico o algún jarabe para la tos, también se le puede suministrar la vacuna.
Las inyecciones forman parte del cuadro de inyecciones a nivel nacional y las personas pueden llevar al niño a los centros de salud, ferias y policlínicas a nivel nacional y que es completamente gratuita. Sólo debes llevar la tarjeta de vacunación y asistir al consultorio de vacunación. De inmediato se le pondrá al día y se le colocará la próxima fecha de vacunación con lápiz.