Jennifer Wilbanks, la novia que huyó en vísperas de su boda y fingió haber sido secuestrada, se declaró culpable de mentir, por lo que fue sentenciada a una pequeña multa y a abonar a los costos policiales en su búsqueda, que se calculan en 50.000 dólares.
Bañada en llanto y en compañía de John Mason, el novio al que dejó plantado cuatro días antes de su boda en abril pasado, Jennifer pidió disculpas por haber dicho falsamente a la Policía que había sido víctima de un secuestro y de abusos sexuales por un hispano y un afroamericano.
La enfermera de 32 años, que deberá continuar bajo un tratamiento psiquiátrico, se declaró culpable de dos cargos vinculados a declarar hechos falsos. Además de una multa de 2.550 dólares deberá permanecer dos años en libertad condicional y trabajar gratis 120 horas en servicios comunitarios.
De no haber aceptado su culpa, la novia, cuya desaparición el 26 de abril desató una búsqueda que alcanzó nivel nacional, pudo recibir una condena de seis años de cárcel y una multa de 11.000 dólares si el jurado la declaraba culpable.
El 25 de mayo pasado, Wilbanks fue acusada formalmente de dos delitos, uno de ellos grave, por haber declarado falsamente a la Policía que había sido víctima de un secuestro.