Las protestas en Bolivia continuaron ayer con otro día de huelga de transporte en La Paz y el bloqueo de rutas, pese a la decisión presidencial de fijar para el 16 de octubre la elección de una Asamblea Constituyente y un referendo sobre autonomías regionales.
La Paz amaneció con poca actividad por la huelga, pero en el vecino El Alto el paro de chóferes, apoyado por el bloqueo de calles, provocó prácticamente una paralización completa de la ciudad.
Las vías que unen las dos urbes están cortadas como se ha venido repitiendo en varias ocasiones durante esta semana.
Los líderes sociales de las protestas no están conformes con el decreto emitido por el presidente, porque desconfían de que no sea ratificado por el Congreso cuando comience sus sesiones.
Según el diputado Evo Morales, del Movimiento Al Socialismo (MAS) y una de las cabezas de las protestas indígenas, "la intención de Mesa es buena, pero extemporánea".
Entretanto, el cívico-empresarial Comité Pro Santa Cruz (oriente de Bolivia) ratificó la convocatoria de facto a un referendo sobre autonomías regionales para el 12 de agosto, en contraposición al decreto presidencial que lo fijó para octubre.
También se informó que el ministro de Desarrollo Económico de Bolivia, Walter Kreidler, renunció al gabinete del presidente, por desacuerdo con la decisión de convocar elecciones.