Este 15 de junio la Iglesia Católica festeja el cuerpo y la sangre de Jesucristo en todo el mundo, en lo que por siglos se le ha llamado Corpus Christi y que fue introducido a la América como manera para insertar el concepto de lo divino y lo malvado a través de imágenes diabólicas o angelicales, y así adoctrinar en la fe católica a los indígenas.
Con los siglos se fue alimentando esta tradición, y hoy, además del concepto religioso el Corpus es un legado cultural de danzas y teatro de muchos de nuestros pueblos.
Tal vez entre las más conocida aparece la de La Villa de Los Santos, pero con igual contenido cultural aparecen en otras latitudes esta expresión, como en el caso de Garachine en Darién, en donde cada día de Corpus sus danzantes se toman las calles para mostrar su legado viviente.
Casi desaparecida, el pueblo de Garachiné posee orgulloso su propia versión "De la danza del gran diablo" que afortunadamente ha sido rescatada.
En su obra "Las Mercedes de Garachiné, Darién. Historia, cultura y folclor", Raúl Forde establece, que esta danza fue introducida al pueblo de Garachiné desde la Isla de San Miguel, en el archipiélago de Las Perlas y en sus inicios se tocaba con guitarra y tambor para luego ser modificada a acordeón y tambor.
LOS PERSONAJES
La danza está integrada por el �ngel o San Miguel, el Alma, el Diablo Mayor, el Diablo Capitán, los Diablos Guías (Primera y Segunda guía) y los Diablos Rasos, componiéndose esta danza por 24 integrantes como mínimo, pueden ser más, que cada día de Corpus participan de la celebración religiosa dentro del templo con una vistosa y significativa presentación para luego tomarse las calles. Los protagonistas son, sin lugar a dudas el Angel y el Diablo mayor.
Cabe destacar que a diferencia de las mascaras de La Villa en Los Santos hechas con una base de barro, las garachineñas son confeccionadas con madera de balso a lo que se le da forma de animal endemoniado o transfigurado. Hay que anotar que cada máscara es genuina, por lo que raras veces habrá una máscara igual a otra. La máscara es entonces pintada con colores vistosos.