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La construcción de la carretera a través del Parque Nacional Volcán Barú,en Chiriquí, ha suscitado una polémica. Hay razones importantes para apoyar la adopción de una ruta alterna, que satisfaga las necesidades de transporte de la región sin menoscabar la integridad de nuestro patrimonio natural.
Para persuadir al gobierno hacia ese fin, un grupo de distinguidos ciudadanos envió una carta pública a la presidenta Mireya Moscoso, que apareció en los medios el 5 de junio de 2003. Lo irónico es que la lista de firmantes la encabezan cuatro señores que ejercieron la presidencia de la República, cuya sensibilidad por el ambiente es, indudablemente, muy reciente.
Los dos primeros, Ernesto Pérez Balladares y Guillermo Endara Galimany, fueron elegidos por el voto ciudadano. Don Ernesto impuso la desarticulación del Parque Natural Metropolitano para construir el Corredor Norte y la interrupción de las corrientes marinas de la Bahía de Panamá, para construir el Corredor Sur. Don Guillermo permitió la edificación del proyecto "Miramar", que arruinó para siempre el paisaje costanero de la ciudad capital.
Los otros dos, Nicolás Ardito Barletta y Aristides Royo, ocuparon la presidencia de manera ilegítima, por obra y gracia de la dictadura, sin ningún otro propósito que hacerles los mandados a los militares, los principales depredadores del medio ambiente panameño.
Sin duda, los cuatro expresidentes acaban de ver la luz, como San Pablo en la ruta de Damasco. Son, por ello, los "neo-ecologistas". |
