Los atribulados usuarios del transporte colectivo en Panamá, no salen de un susto para entrar en otro con los autobuses.
Y es que desde el trágico 23 de octubre de 2006, cuando 18 personas murieron calcinadas en el bus 8B-06, en el área de La Cresta, ya ningún pasajero se quiere tomar riesgos y ante la menor alarma en un transporte salen despavoridos.
La más reciente emergencia con una de esas unidades rodantes ocurrió a las 5: 45 de la madrugada de ayer, viernes, en la bajada del Puente de las Américas, en el corregimiento de El Chorrillo, cuando el bus "Especial Joselito", de la ruta Capira-Panamá, con placa 8B-1916, se incendió cuando se dirigía a la Gran Terminal de Albrook.
El incendio no dejó ningún lesionado, pero sí la pérdida total del colectivo.
Según el conductor del bus afectado, aparentemente problemas con las bandas provocaron que la llanta izquierda delantera se le incendiara.
Al percatarse, el chofer ordenó la evacuación inmediata de todos los pasajeros e intentó apagar el incendio con un pequeño extintor, pero no pudo, por lo que solicitó la colaboración de otros colegas que tampoco lo lograron.
Al final fueron las unidades del Cuerpo de Bomberos de Panamá los que sofocaron el siniestro que provocó además un descomunal tranque y que cientos de personas tuvieran que caminar largas distancias.
El comisionado Juan Herrera explicó que al inicio se tuvo que cerrar por seguridad, la vía del Puente de las Américas, en su totalidad, pero una vez controlado el fuego se habilitó un paño a cada lado y rutas alternas como la del Puente Centenario.