El sonido por proyectiles de arma de fuego se sigue escuchando en diferentes sectores del distrito del San Miguelito.
La tranquilidad de sus residentes, cuando menos lo esperan, es interrumpida por esos grupos armados a los que no les importa que sea de día para formar una balacera.
Esos individuos tampoco pueden observar a las unidades de la Policía Nacional haciendo rondas, porque agarran sus armas y tienden a dispararle a la autoridad.
Los constantes heridos de bala y los muertos no sólo los fines de semana, han hecho que las autoridades tomen cartas en el asunto.
La tarde de ayer, viernes, los uniformados llevaron a cabo un fuerte operativo en Roberto Durán, en el área de Cocobolo, y en Veranillo, en el Sector 31.
En la acción policial se logró detener a varios sujetos que están siendo investigados para conocer si tienen algún caso pendiente con la justicia.
También se logró decomisar cierta cantidad de sustancias ilícitas y pistolas 9 milímetros con sus respectivas municiones que siguen desangrando a más de cuatro.
Según una fuente policial, la idea de esos allanamientos es minimizar los hechos de violencia que existe entre los pandilleros que en ocasiones se la pasan peleando territorio.
Se informó que el fuerte contingente de la Policía Nacional continuará en los próximos días con los operativos en sectores considerados como "calientes".
La Pavita de Cerro Batea, Colinas de Cerro Batea, Santa Marta, El Hueco de Pan de Azúcar, entre otros, seguirán siendo visitados por la Policía para evitar más hechos de sangre.
La madrugada del pasado martes José Hurtado Duarte, de 18 años, murió de un balazo en el abdomen en el Hospital Santo Tomás.
El incidente se registró en Cerro Batea, sector La Pavita, cuando el hoy occiso desobedeció la voz de alto que le hizo la policía que hacía su ronda, y fue baleado.