A dos horas partiendo por quebrados caminos desde la ciudad de Natá, está la comunidad de San Antonio, perteneciente al corregimiento de Quije. Aquí la vida es dura, pero no es obstáculo para querer aprender.
La escuela de la comunidad reúne todos los días a unos cuarenta niños que provienen de distintos sectores. Ellos emprenden una larga caminata entre lodazales y cruzan el caudaloso río San Antonio.
La señora Dionisia Castillo manifiesta que está cansada de tantas promesas y cada día la situación es peor, estamos huérfanos de autoridades.