EDITORIAL
Policías
de Tránsito con horarios de oficina
La comunidad
panameña sigue consternada por el grave accidente que
sufrió el profesor José Dalay Zamora Valdés,
acaecido en el crepúsculo de la semana pasada. "Pepe"
Zamora fue víctima de un conductor irresponsable que se
pasó una luz roja, estando el comentarista radial todavía
entre la vida y la muerte.
Lo anterior corrobora las enésimas denuncias que hemos
hecho sobre la escasa vigilancia que hay después de las
6:00 de la tarde cuando los policías de tránsito
brillan por su ausencia. Este horario de oficina que tienen algunas
unidades de esa dependencia oficial, deja sin protección
a muchos automovilistas que a esa hora están de regreso
a sus casas, procedentes de sus lugares de trabajo.
Después de las 6:00 de la tarde es común ver
el congestionamiento en las paradas de buses y la negativa de
los taxistas de hacer carreras, las cuales transforman en colectivas,
abusando de los usuarios. A pesar del clamor de la ciudadanía,
nadie hace respetar los derechos que tienen los pasajeros de
abordar un transporte colectivo o selectivo, porque los policías
de tránsito sospechosamente están acuartelados
desde que cae la tarde.
Las tibias infracciones que les aplican a estos transportistas
los hace ser reincidentes y es el momento en que las autoridades
superiores deben investigar el acaparamiento de cupos y que en
algunas ocasiones policías tienen la dualidad de ser autoridades
y dueños de buses o taxis. Los panameños reclaman
que cese la inercia y la indolencia en la Dirección de
Tránsito, y que se ponga mano dura frente a la corrupción
del otorgamiento de licencias a los constantes infractores de
las disposiciones del tránsito.
Ojalá el nuevo gobierno haga una limpieza de "Diablos
Rojos" y "Diablillos Amarillos" (colegiales) para
adecentar el transporte en Panamá, que tanta falta hace.
La venta de cupos y las cuentas leoninas que cobran los dirigentes
deben ser eliminadas para evitar que siga perpetrándose
este negociado.
Urge pues, una exhaustiva investigación y depuración
en la Dirección de Tránsito. Los usuarios no pueden
seguir padeciendo esta calamidad que data de años y que
ningún gobierno ha sido capaz de solucionar. Llegó
el momento de ponerse serio para sanear la llaga purulenta de
la corrupción que ha hecho que los usuarios digan resignados
y con fatalismo que este país no lo compone nadie.
Este es un reto que tiene el nuevo Gobierno de doña
Mireya Moscoso. El pueblo está esperando su reacción.
PUNTO CRITICO |
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