La nueva Constitución de Kosovo entró ayer en vigor dando a la ex provincia serbia poderes de Estado, pero dejando a la comunidad internacional la supervisión de las políticas de Justicia, el control de la Policía y las fronteras.
La nueva Carta Magna invita a la Unión Europea a asumir el papel de supervisión de la construcción del Estado de Derecho en Kosovo, en sustitución de la misión de la ONU, la UNMIK, que desde 1999 administra la región. El texto define a la República de Kosovo como un "Estado independiente, soberano, democrático, único e indivisible" y destaca su condición de sociedad "multi-étnica". Además, consta de 40 capítulos y 160 artículos, que regulan el funcionamiento de esta República.