EDITORIAL
Reabastecimientos
contra la droga
Panamá
titula posición geográfica privilegiada para acercar
destinos continentales, cuya materialización mayor se
expresa en la excavación canalera que permite el trasiego
intermares; de igual manera, los aeródromos panameños
sirven al desplazamiento de las aeronaves hemisféricas
que en el pasado, durante la Segunda Guerra Mundial, operaron
en la defensa del continente, ganando preponderancia los de Río
Hato y Howard Field.
Ahora, al concluir el dominio norteamericano en la cintura
ístmica, los sitios de defensa canalera concluyen y el
territorio enajenado retorna en plenitud a la soberanía
y poder panameños; sin embargo, en la coyuntura actual
de lucha antinarcóticos, se intentaron perfilar entendimientos
bilaterales para asentar un Centro Multilateral contra las drogas
en las instalaciones de Howard, con apoyo de otras facilidades
de comunicación y rastreo, los que fracasaron con recíprocas
acusaciones entre los negociadores.
El fracaso del CMA dejó subsistente el problema de
movilizar desde distancias enormes naves que antes operaron en
el istmo panameño, situación que encarece y dificulta
las operaciones antidrogómanas, motivos por los cuales
sectores de opinión norteamericanos y panameños
expresan la necesidad de encontrar mecanismos de entendimiento
que faciliten la lucha contra el infernal comercio.
En la coyuntura de renovación de los mandos gubernativos
que entregará los resortes del poder a la candidata triunfadora,
Mireya Moscoso, prominentes personeros de la política
norteamericana buscan acercamientos que permitan alcanzar acuerdos
de similar tono y naturaleza a los suscritos con Ecuador y las
Antillas Holandesas, cuya función es permitir el reabastecimiento
de las aeronaves que realizan los patrullajes y las persecusiones
contra los criminales de la droga.
La situación es diferente; cambia de signo hoy, y permite
con un equipo de mando sin tachas, sin subalternos compromisos,
que tiene definidos sus derroteros políticos, en los cuales
reafirma el pleno cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter,
y la obligatoria consulta al pueblo soberano, como condiciones
inevitables, para atender esta delicada materia, adelantar conversaciones
que faciliten las tareas sanitaristas de los programas aéreos
contra el comercio indigno, sus transportes y alcabalas criminales.
Por estas consideraciones, estimamos sensatas las respuestas
de la ciudadana Moscoso, en las que expresa su disposición
para agotar la posibilidad de una "locación operacional
de avanzada", expresión eufemística que define
el reabastecimiento de las naves y tripulaciones en tales menesteres
represivos.
Los panameños mantenemos enhiestas nuestras banderas
soberanistas y patrióticas; por lo cual, acceder a entendimientos
apoyadores del combate antinarcóticos, con el espaldarazo
de la sanción popular, llena a plenitud los ideales nacionalistas,
panameñistas, sin que quepan suspicacias ni subjetivismos
denigradores.
PUNTO CRITICO |
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