El guardia de seguridad Luis Carlos Fernández, se recupera en el Hospital Santo Tomás, tras resultar herido de forma accidental la noche del domingo, con su propia escopeta de reglamento.
El vigilante de Seguridad Mundial recibió varios perdigonazos en el cuerpo cuando custodiaba un local de la avenida Frangipani, y accidentalmente se le disparó el arma.
La condición del afectado es estable.