El personal del Laboratorio Nacional de Trasplante de la Caja de Seguro decidió no laborar horas extras, debido a que no se les paga la totalidad de las horas extras trabajadas.
La medida es preocupante, porque están en juego vidas humanas, sobre todo de personas que sufren problemas de insuficiencia renal crónica, y el trasplante cadavérico o de un donante de riñón voluntario puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
A veces en Panamá se gastan millones de dólares en aspectos innecesarios, pero somos algo indolentes frente a la enfermedad del prójimo, a menos que nos afecte en el entorno familiar. Mucha gente cambia la mirada para desatenderse del asunto o quizás no llevar remordimientos.
Las autoridades deben hacer los esfuerzos para que el laboratorio en cuestión labore las horas necesarias para atender a los pacientes. Si se labora horas extras, es de justicia cubrir esos pagos. Mientras se llega a un arreglo, el personal debe cumplir su labor, porque está en juego la vida de un hermano.
Tan pronto se recibe la donación de un riñón, ese órgano se puede conservar refrigerado por 48 horas mientras se hacen las pruebas de compatibilidad de sangre y tejidos entre el donante y el receptor.
Para un paciente con insuficiencia renal, vivir prácticamente pegado a una máquina de hemodiálisis es un calvario. En Panamá hay cerca de 600 personas que sufren ese mal y otras 80 están en lista para un trasplante.
Frente a la situación que se vive en el Laboratorio de la CSS se hace necesario que ambas partes: administración y los técnicos, hagan un esfuerzo para superar el conflicto y que se logre un acuerdo. �Los pacientes los necesitan!