Parecía un día más de trabajo cuando Roberto Martínez, capataz de una construcción, fue encañonado con una pistola por Jeremías De la Guardia, de 21 años, quien luego de una pequeña discusión lo amenazó de muerte. El agresor se fue y a los 15 minutos regresó con un arma y se llevó a Roberto donde nadie los viera.
El capataz al ser encañonado fue que se dio cuenta que Jeremías traía un revólver y le apuntó tres veces, hasta que llegaron unos compañeros que lo socorrieron.
El hecho ocurrió en una construcción de una galera, en vía Tocumen, al lado de hotel de ocasión.