Los hurtos de cables eléctricos en Colón dejaron a oscuras y sin agua el Centro de Educación Básica General Pablo Arosemena, ubicado en la Calle 2 Bolívar.
La escuela tuvo que suspender las clases y enviar a más de 900 alumnos a casa, porque los salones estaban sin energía, y los niños no podían utilizar los baños.
El sistema de agua funciona con la energía eléctrica porque las bombas son las encargadas de subir el líquido.
Mirta Araúz, directora de este centro educativo, informó que en varias oportunidades han confrontado el mismo problema, y pese a que no desean perder clases, se han visto en la necesidad de enviar a los estudiantes a casa.
Dijo que los padres de familia de ese centro educativo son muy cooperadores y han apoyado el plantel buscando agua con los vecinos para limpiar por lo menos los baños.
Explicó que los delincuentes hacen el trabajo de dejarlos sin energía ya que las cajas que han colocado en los postes está muy bajas, "pero pienso que más responsables son las empresas de reciclaje que compran lo que se hurtan".
Los docentes y la dirección del plantel se reunieron desde muy temprano para buscar una solución a este problema que se ha presentado en varias ocasiones, y que parece no tener solución porque las autoridades en Colón no han frenado este delito.