La entrega de los cadáveres de los once diputados colombianos que murieron mientras estaban en poder de las FARC dependerá de la disminución de las acciones militares en la zona de los hechos, dijo el responsable internacional de esa guerrilla, Raúl Reyes.
El líder insurgente hizo la advertencia en una carta enviada a Fabiola Perdomo, esposa del diputado Juan Carlos Narváez, una de las víctimas, que la recibió en Cali, ciudad donde los rebeldes hicieron cautivos a doce políticos el 11 de abril de 2002.
Las víctimas formaban parte del grupo de 56 secuestrados que las FARC quieren intercambiar por más de medio millar de rebeldes presos, entre ellos dos extraditados a Estados Unidos, mediante una negociación en una zona desmilitarizada.