Martes 30 de junio de 1998

 








 

 

EDITORIAL
BANAICO: Ofensa a la opinión pública

L
a intervención judicial del Banco Agrícola, Industrial y Comercial de Panamá (BANAICO), resultante de la gestión voluntaria promovida por sus directivos de cúspide por las dificultades surgidas de la falta de liquidéz en sus activos, devino en acusaciones de grueso tono, señalamientos ácidos lindando con los preceptos penales; y auditorías de expertos contadores y conocedores peritos relevó actuaciones de dudosas legalidades, aprovechamientos que levantaron en la opinión pública el convencimiento de un escándalo de proporciones.

Las actuaciones de los liquidadores han sido cuestionadas desde distintos ángulos procesales, y la entidad de los depositarios asumió las tareas de divulgar acomodos que entienden de favoritismos y padrinazgos; asímismo ciudadanos afectados en sus haberes mantienen reclamos cotidianos y proclaman de viva voz sus derechos, pidiendo justicia en los medios de comunicación social, sin lograr que el pleito devuelva los dineros afectados.

La opinión pública resiente la situación del Caso Banaico, donde los altos mandos directivos y gerenciales permanecen libres, campantes, por las calles de Dios, sin que los presupuestos castigadores de la ley se materialicen y lleven a las ergástulas, a quienes aprobaron y decidieron los asuntos cuestionados.

Para el ciudadano común; el sencillo vecino que gana el pan con el sudor de su frente resulta ofensivo que la afectación de millones de dólares donde se dispusieron de los dineros de miles de depositantes confiados, permanezca en la impunidad, y se encamine al olvido, mientras los transgresores de cutarra, los delincuentes de ruana que carecen de amparos y protecciones de altura, soportan detenciones en cárceles de hacinamiento donde el crimen asienta sus dominios.

La conocida anécdota del labriego en controversia con Federíco de Prusia que resume la frase, "todavía hay jueces en Berlín", relieva el fundamental rol que cumple la judicatura de un país, la cual pierde aplicabilidad en Panamá, cuando procesos de resonancia social que incluyen apellidos de alcurnia y personeros de poder, fenecen en la indiferencia.

El panameño sensitivo recuerda como en la Caja de Seguro Social se hicieron negociados y se concedieron ventajismos dolosos con dineros de la reserva de la institución, a personeros de familiaridad y cercanía con los mandones de entonces, y solamente un funcionario de rango menor cumplió prisión, y mientras decenas de millones se esfumaron y no fueron recuperados; en ese reato se establecieron directas relaciones del partido mandante y las comisiones de los seguros, cuya denuncia pública produjo la caída de un Procurador, su Secretario y un Personero.

Banaico es una afrenta; es mácula en la vida panameña y debe vindicarse, las autoridades judiciales y sus gestores tienen la obligación cívica y moral de dar los merecidos legales a las conductas engañosas y los manejos dolosos que privaron de sus haberes a simples depositantes.

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
El Presidente y los ministros de Estado en el programa "Ante la Prensa" de Canal 2.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, ayudo a las inundaciones.


OPINIONES



 

 

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