EDITORIAL
BANAICO: Ofensa a la opinión pública
La intervención judicial
del Banco Agrícola, Industrial y Comercial de Panamá (BANAICO),
resultante de la gestión voluntaria promovida por sus directivos
de cúspide por las dificultades surgidas de la falta de liquidéz
en sus activos, devino en acusaciones de grueso tono, señalamientos
ácidos lindando con los preceptos penales; y auditorías de
expertos contadores y conocedores peritos relevó actuaciones de dudosas
legalidades, aprovechamientos que levantaron en la opinión pública
el convencimiento de un escándalo de proporciones.
Las actuaciones de los liquidadores han sido cuestionadas desde distintos
ángulos procesales, y la entidad de los depositarios asumió
las tareas de divulgar acomodos que entienden de favoritismos y padrinazgos;
asímismo ciudadanos afectados en sus haberes mantienen reclamos cotidianos
y proclaman de viva voz sus derechos, pidiendo justicia en los medios de
comunicación social, sin lograr que el pleito devuelva los dineros
afectados.
La opinión pública resiente la situación del Caso
Banaico, donde los altos mandos directivos y gerenciales permanecen libres,
campantes, por las calles de Dios, sin que los presupuestos castigadores
de la ley se materialicen y lleven a las ergástulas, a quienes aprobaron
y decidieron los asuntos cuestionados.
Para el ciudadano común; el sencillo vecino que gana el pan con
el sudor de su frente resulta ofensivo que la afectación de millones
de dólares donde se dispusieron de los dineros de miles de depositantes
confiados, permanezca en la impunidad, y se encamine al olvido, mientras
los transgresores de cutarra, los delincuentes de ruana que carecen de amparos
y protecciones de altura, soportan detenciones en cárceles de hacinamiento
donde el crimen asienta sus dominios.
La conocida anécdota del labriego en controversia con Federíco
de Prusia que resume la frase, "todavía hay jueces en Berlín",
relieva el fundamental rol que cumple la judicatura de un país, la
cual pierde aplicabilidad en Panamá, cuando procesos de resonancia
social que incluyen apellidos de alcurnia y personeros de poder, fenecen
en la indiferencia.
El panameño sensitivo recuerda como en la Caja de Seguro Social
se hicieron negociados y se concedieron ventajismos dolosos con dineros
de la reserva de la institución, a personeros de familiaridad y cercanía
con los mandones de entonces, y solamente un funcionario de rango menor
cumplió prisión, y mientras decenas de millones se esfumaron
y no fueron recuperados; en ese reato se establecieron directas relaciones
del partido mandante y las comisiones de los seguros, cuya denuncia pública
produjo la caída de un Procurador, su Secretario y un Personero.
Banaico es una afrenta; es mácula en la vida panameña y
debe vindicarse, las autoridades judiciales y sus gestores tienen la obligación
cívica y moral de dar los merecidos legales a las conductas engañosas
y los manejos dolosos que privaron de sus haberes a simples depositantes.
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AYER GRAFICO |
El Presidente y los ministros de Estado en el programa "Ante la Prensa"
de Canal 2. |
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