La Asamblea Legislativa comienza hoy las sesiones extraordinarias para debatir el proyecto de reformas a la Constitución Nacional. El tema abordado merece una debida y amplia consulta.
Las exploraciones iniciales realizadas por la Comisión de Gobierno se caracterizaron por el apuro. No pudo nunca darse una adecuada consulta, cuando en tres días, unas cincuenta organizaciones expusieron sus puntos de vista.
El tema es fundamental para el país. Se trata de la Carta Fundamental, no de cualquier proyecto, cuyo debate puede tomarse a la ligera.
El momento es propicio, para que los elementos pensantes de Panamá hagan sus mejores aportes, anteponiendo el bien de la sociedad a la de los intereses particulares.
Lograr las mejores reformas posibles debe ser el norte que guíe a los legisladores que están próximo a cumplir su mandato, para así dejarle a la próxima Asamblea, un documento que pueda lograr el mayor respaldo posible.
Ese documento deberá ser presentado por el nuevo presidente a más tardar el 5 de septiembre. No se vislumbra mayor problema en su aprobación, tomando en cuenta que el futuro partido gobernante tendrá una amplia mayoría en la Asamblea.
Sin embargo, lo trascendental de la iniciativa en discusión es motivar un amplio debate que sea incluyente y donde se hagan aportes positivos y no iniciativas, que sólo buscan el afán de protagonismo.