Alessia Mairati había escapado una vez a la muerte. Estuvo en coma por ingerir alimentos contaminados y cuando era trasladada a Estados Unidos para seguir un tratamiento médico, el jet ambulancia N280-AT, se estrelló en el aeropuerto de carga de Tocumen.
Mariati, de 18 años, junto a su madre Paola Di Gregorio, y otras cinco personas fallecieron en ese accidente. La chica estaba en Ecuador donde perfeccionaba su español. El 7 de julio debía completar su curso. Nunca recibió el diploma: el 2 de julio se estrelló el avión en el que viajaba.
Tanto Alessia como su madre pertenecían al cuerpo de socorro del pueblo italiano, donde vivían.
Mientras, las investigaciones preeliminares realizadas sobre el accidente que cobró la vida de siete personas, descartan fallas mecánicas.
El Subdirector de Aeronáutica Civil, Humberto Chavarría manifestó que los dos motores del avión modelo Westwing 24 estaban trabajando adecuadamente al momento del despegue.
Los técnicos de Aeronáutica Civil y de la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos, lograron reconstruir el avión accidentado, cuyas piezas quedaron esparcidas tras estrellarse el viernes contra un hangar en el aeropuerto de carga de Tocumen.