Manuel Antonio Noriega quiere venir a Panamá y le solicitó a sus representantes legales que muevan "Cielo y Tierra" para que una vez que cumpla su pena, sea repatriado a su país y no lo envíen a Francia.
Esto lo aseguró su abogado, Julio Berríos, quien resaltó que habló el martes en la noche con Noriega, y éste le comunicó que espera que se cumpla con lo establecido en los convenios internacionales y pueda volver a Panamá para enfrentar a la justicia.
Julio Berríos, quien como asesor jurídico de la Cancillería en el gobierno endarista pidió en 1991 la extradición del ex general, denunció junto a su colega Rolando Rodríguez, "un arreglo de trastienda" para favorecer que su defendido sea extraditado a Francia.
"Hay un acuerdo entre los tres países: Estados Unidos, Francia y Panamá, porque hay mucha gente que no quiere que vuelva", enfatizó Berríos, tras resaltar que la Convención sobre prisioneros de guerra dan prioridad a Panamá para reclamar a un nacional para enfrentar la justicia local.
"Noriega me dijo que decidió regresar al país a enfrentar los cargos que se le han endilgado en nuestro territorio. No quiere ir a Francia", subrayó Berríos.
La defensa panameña de Noriega acusó al gobierno de asumir una posición "timorata" y hasta "mediocre".
Mientras, el Agregado de Prensa de la Embajada de Estados Unidos en Panamá, Galvin Sudwall, confirmó que para lograr la decisión de extraditar a Noriega hubo que consultar a los gobiernos de Panamá y Francia.
Sundwall aclaró que tanto Panamá como Francia sustentaron oportunamente la petición de extradición de Noriega, pero advirtió que una prohibición legal y constitucional panameña definió la extradición.
Sundwall explicó que "nuestra intención es que Noriega atienda todos los procesos legales abiertos en su contra, no sólo los que reclama Panamá", país que no extradita nacionales.
Sundwall, que reconoció el trato de prisionero de guerra dado a Noriega, explicó que "no hay conflicto" con la convención de Ginebra y que la extradición a Francia estaría sujeta a "otros acuerdos bilaterales".
PODER POLITICO
Otras fuentes diplomáticas consultadas por Efe sobre este caso apuntan, además, a una supuesta creencia en Washington de que en Panamá aún pesa el poder político de muchos antiguos colaboradores del general, que podrían interceder a su favor, y a su capacidad de desestabilizar la frágil sociedad panameña.
Mientras, un boletín oficial destaca que desde el 19 de marzo de 1991, Panamá ha solicitado a Estados Unidos la extradición de Noriega. Dicha petición fue reiterada el 24 de enero de 2007.
Además se alega que la solicitud del fiscal Michael P. Sullivan de dar prioridad a la petición de Francia sobre la extradición de Noriega, corresponde a las facultades soberanas de Estados Unidos que, por su condición de Estado receptor de ambas peticiones, es el que debe resolver, según lo dispongan sus autoridades judiciales.