Descorazona ver la conducta de muchos profesionales de este país en todas las ramas. Resulta imposible determinar si es el resultado de "los tiempos actuales..., o de falta de educación en valores, pero lo que sí es cierto es que cada vez es más evidente la existencia de profesionales que están únicamente motivados por hacer la mayor cantidad de dinero posible, a costa de sus clientes, o pacientes, o compradores.
La vocación por el trabajo es algo elemental en cualquier profesional. Tomemos a algunos contratistas que buscan ganarse proyectos con el gobierno, y que de hecho tienen contactos con altos funcionarios. Tal parece que la única forma en que se hacen contratos de construcción con el gobierno es alterando el monto de los contratos, para que el gobierno pague de más y así un grupo de funcionarios y empresarios privados se repartan el excedente.
Así vemos que está pasando con los contratos relacionados a las "Escuelas rancho..., del Ministerio de Educación, al igual que con muchos otros proyectos de infraestructura, como carreteras, puentes y otros.
Existen malas unidades entre los médicos también. Doctores y doctoras que -estando de turno- es un lío encontrarlos, y mucho más difícil resulta que atiendan una emergencia. Sienten que pueden dejárselo todo a los jóvenes internos, y que basta con darles instrucciones por teléfono.
Es muy fácil ser un doctor que solo se dedica a dar consultas y recetar medicinas. Pero en nuestros hospitales públicos, muchos doctores le huyen a los casos difíciles, dizque por miedo a las demandas.
Lamentablemente, la profesión periodística no se escapa a esto. Hombres y mujeres de la pluma se venden para realizar campañas sucias contra políticos, personas naturales y jurídicas. Manchar la reputación de alguien por dinero no parece ser ningún problema para quienes tienen cero vocación profesional.
