Sábado 1 de agosto de 1998

 








 

 

FBI inicia investigación sobre supuesto acoso sexual de Clinton

Delia Millá
EFE

E
l mítico FBI se prepara a analizar supuestas pruebas del adulterio de Bill Clinton con la becaria Monica Lewinsky y, en particular, un famoso vestido manchado que podría demostrar, sin lugar a dudas, que la relación entre los dos no fue platónica.

El vestido ha sido supuestamente entregado por Lewinsky a la oficina del fiscal que investiga los escándalos de Clinton, Kenneth Starr, y el FBI debería ahora realizar exámenes en laboratorio para determinar si está manchado con semen y, en caso de que así sea, si se trata de semen presidencial.

Un portavoz de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) informó hoy, viernes, a EFE, de que los laboratorios de esa institución policial esperaban que iban a recibir una petición del fiscal Starr referente a un vestido'', pero no quiso confirmar si tienen ya la prenda en su poder.

Los laboratorios deberían poder realizar en uno o dos días las pruebas para determinar si el vestido tiene rastros suficientes como para que tenga sentido hacer una prueba de ADN.

Esa prueba tardaría a su vez entre una y dos semanas en ser realizada y para llevarla a cabo haría falta solicitar una muestra de sangre del presidente.

Además del vestido que, según los rumores, sería una prenda que Clinton le regaló a Lewinsky y que la joven llevó en una de sus supuestas citas secretas con el presidente en el despacho oval, el FBI podría tener que analizar unas cintas.

Se trata de cintas del contestador de Lewinsky en que supuestamente Clinton dejó algunos mensajes.

Estas grabaciones, salvo que Clinton diga algo muy explícito, tienen poco valor como pruebas, ya que el presidente es conocido por ser una persona a quien gusta el contacto con la gente y que mantiene estrechas relaciones con todo tipo de personas.

Tanto el vestido como las cintas -de las que Lewinsky había hablado a una amiga- fueron buscadas en vano por agentes del FBI en enero, en el piso que la madre de Lewinksy, Marcia Lewis, tiene en el edificio que dio nombre a otro escándalo presidencial, el Watergate.

Al parecer se encontraban en otra casa de la madre de Lewinsky en Nueva York.

El vestido, si aporta pruebas genéticas de que Clinton fue amante de Lewinsky, podría demostrar el adulterio y consecuentemente un delito de perjurio del presidente, ya que éste negó haber tenido relaciones sexuales con Lewinksy cuando fue interrogado dentro de la investigación del caso Paula Jones.

No obstante, el delito de perjurio no sería lo suficientemente grave como para que el Congreso y el pueblo estadounisenses quisieran poner en marcha un proceso de impeachment'' (destitución y procesamiento) del presidente de Estados Unidos.

Para ello, Starr debería, como poco, demostrar que ha habido presiones claras, por parte de Clinton y de su entorno, para que Lewinsky cometiera perjurio y negara la relación con el presidente cuando declarara dentro del caso Jones.

Lewinsky, según las filtraciones, ha reconocido que ella y Clinton hablaron de cómo ocultar su relación pecaminosa pero no que la presionara para que cometiera perjurio.

Los fiscales y el gran jurado que la interroguen deberán tratar de descubrir en qué contexto Clinton y Lewinsky hablaron de ocultar su relación y, sobre todo, en qué momento, pues si fue después de que la chica recibiera una citación para testificar en el caso Jones, sería más grave.

Lewinsky tuvo que testificar en el caso Jones, porque los abogados de aquella mujer que acusó a Clinton de acoso sexual quisieron demostrar que el presidente es un mujeriego empedernido e incluyeron en su argumentación el recuento de muchos supuestos romances suyos.

Los abogados de Jones pelean ahora porque el sumario de aquel caso que fue desestimado se haga público, algo que los abogados de Clinton intentan impedir.

A pesar de todas estas malas noticias, Clinton apareció hoy radiante y sonriente en la Rosaleda de la Casa Blanca para hacer una declaración sobre la buena marcha de la economía que remató con un comentario sobre el caso Lewinsky.

El presidente, que sabe ya por las encuestas que el pueblo sigue apoyándolo, dijo que está ansioso'' por testificar el próximo día 17, y que lo que desea, como todos los demás estadounidenses'', es +dejar el asunto atrás''.

Afirmó que testificará de forma completa y verídica'', pero no precisó cual será su verdad.

 

 

 



 

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