Paraguay inició ayer tres días de duelo por el incendio del domingo en un centro comercial de Asunción que dejó al menos 340 muertos, mientras siguen las operaciones de búsqueda las autoridades buscan determinar las causas del siniestro.
Cuerpos totalmente calcinados sembrados por el piso, algunas pegados contra otros, fueron encontrados por los bomberos en el sector de la carnicería, el patio de comidas y el estacionamiento.
"Se siguen sacando los cuerpos del sector de patio de comidas, de la carnicería y los depósitos, presumiblemente eran funcionarios del centro comercial. Aquí hay por lo menos 340 muertos", dijo el comisario Santiago Velazco, jefe de Relaciones Públicas de la Policía nacional.
La mayoría de los cadáveres no identificados y para identificación fueron transportados hasta la Comandancia del Ejército, ubicada a 20 cuadras del lugar del siniestro. El resto de los cadáveres ya fue entregado a sus familiares.
El fiscal general del Estado, Oscar Latorre, llegó hasta el lugar de los hechos y dijo no poder asegurar que las puertas del centro comercial hayan sido cerradas. Latorre indicó que "se tratarán de juntar las evidencias posibles" para realizar las imputaciones correspondientes.
Rostros de angustia y desesperación colmaron el lunes hospitales y salas de sepelios en Paraguay, donde un incendio acabó con la vida de más de 340 personas y dejó unos 300 heridos.
En la capital paraguaya de 500,000 habitantes había decenas de automóviles en sepelios donde familiares de algunos de los fallecidos lloraban abrazados.