"Por mucho tiempo no voy a poder dormir", dijo a la BBC el bombero paraguayo Eduardo Lugo, tras el incendio del domingo.
Lugo llegó al local envuelto en llamas apenas cinco minutos después de iniciado el incendio.
"Por primera vez (...) he visto cuerpo calcinados, apilonados, tratando de salir, que no podían salir porque las puertas (...) principales estaban cerradas", dijo.
"Para ser honesto, muchos equipamientos nos faltan. Conocimientos tenemos. Suele venir gente del extranjero a darnos adiestramiento, pero es muy difícil llevarlo a cabo por la falta de material que tenemos", describió el bombero.
Celeste Silva, una de las sobrevivientes del incendio en el centro comercial de la capital paraguaya, reveló que un guardia de seguridad del local le pegó para evitar que saliera, tras asustarse al escuchar una explosión y tratar de huir.
"Un guardia me pegó con una escopeta para no salir", señaló Silva, quien aseguró que apenas se inició el siniestro las puertas del local se cerraron.
"Las fuerzas de seguridad privada bloquearon todas las salidas", relató.