"Desde que eso pasó no he dejado de sentir pesadillas cuando duermo", dijo la madre de una niña de 13 años, quien hace poco descubrió que su hija venía siendo abusada por un desalmado que traicionó la confianza que le tenía.
El responsable de la atrocidad: el administrador de la junta de agua de la comunidad.
La madre, residente en La Chorrera, quien se gana la vida como empleada doméstica para educar sola a sus tres hijas, le tenía mucha confianza al presunto abusador, a quien por su cargo, se le ofrecían todas las facilidades para llegar a cualquier hogar y ser bien aceptado.
Poco tiempo antes de que se descubrieran los hechos, este hombre tuvo el descaro de advertirle a la madre de la niña, a quien sometía dos veces por semana al abuso sexual, que tuviera mucho cuidado con su hija, "porque había un muchacho en el barrio que la molestaba".
Sin embargo, días después una pariente de la niña sorprendió a este sujeto desnudo abusando de la menor.
La madre puso la denuncia a las autoridades, se le hicieron los exámenes a la víctima y en ellos se determinó que efectivamente había sido violada. El hombre se esfumó. Dicen que está en Santiago, donde tiene alguna familia.
Pese a que la niña tiene cierto retraso mental, asegura que él la obligaba a tener relaciones sexuales, lo que estuvo haciendo durante dos meses. |