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Isla Galeta |
Allá donde el mar es azul como el cielo y el monte selva, encontramos una de las islas más importantes para el mundo científico.
Está situada en la provincia de Colón, a un costado de la entrada del Canal de Panamá, y se puede llegar por carretera a este paraíso del Atlántico, donde científicos de todas partes del mundo arriban para estudiar su entorno y los colegios del país visitan su centro de exhibición.
Este paraíso científico funge desde 1964, pero no es sino hasta el 2000 cuando abre sus puertas al público como proyecto educativo por iniciativa del Dr. Stanley Heckadon, luego que dejara de operar como base militar estadounidense y revirtiera a Panamá. Es visitado semanalmente por tres o cuatro colegios, así como por grupos, asociaciones y público en general los fines de semana de 9:00 a.m. a 4:00 p.m., con reservación .
ATRACCIONES
El esqueleto de una ballena arrollada por un crucero el año pasado cercano al Puerto Colón 2000, es la principal atracción que presenta la isla, seguido de un acuario con tortugas carey, rayas de diferentes especies, pepinos del mar, cambombias, cangrejos ermitaños y de otras especies por doquier; erizos, estrellas de mar, un pez erizo, peces variados, un pez anguila, mientras en el mar se avistan peces agujas, barracudas y algunas de las especies ya mencionadas.
La isla abarca 617 hectáreas, pero 47 de ellas son administradas por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y el resto es patrullado por la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), mientras que la Universidad de Panamá (UP), la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) y la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), forman parte del ecomanejo, explicó Omar Gómez, guía del lugar.
RETOS
Un mayor presupuesto, concienciación de parte de la población, equipos e infraestructuras, así como el no arrojar basura en el mar son los desafíos que isla Galeta afronta diariamente, comenta Benjamín Ordóñez, biólogo del centro, pues cada dos días la playa se llena de basura que llega de las costas de la ciudad de Colón, de donde son arrojadas por los colonenses y empresas.
Asimismo los pobladores vecinos llegan a la isla a pescar, lo cual está prohibido por ser un área protegida. Recogen lo que quieren ante la vista impotente de los guías y dejan morir las especies que no desean.
Cabe señalar que los animales que mantienen en los estuarios se alimentan con filetes comprados, ya que por ser un área de investigación no se caza ni se pesca.
IMPORTANCIA DE LA NATURALEZA
El cuidado del ecosistema marino es vital para todos, pues la hoja de los mangles que cae al mar se descompone y alimenta a microorganismos, que el pepino de mar ingiere entre la arena para defecar arena limpia.
Las tortugas podan el mar al comerse los pastos marinos, mientras las algas dan color a los arrecifes, que a su vez, sirven de hábitat a peces, cangrejos, langostas, que se protegen de los depredadores en los manglares, que evitan que sedimentos arrojados a los mares y ríos lleguen a estas especies, de las cuales los seres humanos nos alimentamos y necesitamos para que la cadena alimenticia no se extinga, detalla Ordóñez.
Desde una sala al aire libre almorzamos teniendo la playa como paisaje y la brisa como compañera inseparable, mientras unos amigos se fotografían en un pequeño muelle.
Una rubia medita frente al mar lo imponente de sus crestas y dos enamorados conversan a sus orillas. Los jóvenes turistas que me acompañan se enternecen con las criaturas marinas que logran tocar y la alegría se apodera de todos. �No son estas razones suficientes para dejar de atentar contra la madre naturaleza?. |