No cabe duda que ante Guatemala nos jugamos la permanencia en la eliminatoria mundialista. Será este el partido que nos devuelva la vida en el hexagonal y el que ponga nuevamente en carrera a una selección que no debería estar en el último lugar.
Guatemala no es un monstruo ni mucho menos. Se trata de un equipo que es ganable y que si nos aplicamos bien durante los 90 minutos lo podemos vencer.
A los técnico no les gusta hablar de resultados ni de lo que espera del rival, pero lo que sí es cierto es que Guatemala, aunque con un poco menos de necesidades que Panamá, saldrá a buscar los tres puntos y la permanencia en el hexagonal.
Ellos saben que luego tendrán dos partidos muy difíciles. El primero ante Trinidad y Tobago y luego ante la selección de Estados Unidos en condición de local.
Para ellos el juego es con Panamá y lo han tomado como tal.
Nosotros por nuestra parte debemos mantener ese orden que tan buenos resultados nos dio en la Copa de Oro. Tener un equipo bien acoplado, partiendo desde la seguridad en los tres palos de Jaime Penedo (ojalá que no le haya afectado la fama y los problemas sobre su traspaso al exterior).
El trabajo de los hombres del fondo será importante, ya que un equipo se estructura de atrás hacia adelante con unas bases bien construidas, cimentadas y fusionadas.
En la media cancha me preocupa el lugar que dejará Gabriel Gómez en la zona del medio campo. El partido con Guatemala es para un jugador del corte de Gómez, que toque y que tenga buen dominio de pelota.
Ojalá que el que lo supla en esa posición (lo más seguro es que sea Engie Mitre) cumpla a cabalidad por el bien de la selección de Panamá.
La sociedad de Julio Medina y Ricardo "Patón" Phillips será muy importante en la zona de gestación y el aporte a la delantera que estaría encabezada por el hombre del Al Ain de Emiratos Arabes Unidos, Luis Tejada.
Tenemos equipo para ganar y tenemos realmente con qué sacar los tres puntos en Guatemala. Ojalá los chicos puedan jugar al mismo nivel que lo hicieron en la Copa de Oro. Ojalá que puedan enderezar a tiempo este barco que parecía tomar rumbo desconocido.
El encuentro no será fácil, pero hay que ir construyendo el ambiente de victoria. No hay de otra, si perdemos, adiós Alemania 2006.