El bebé que el 9 de mayo fue lanzado a una letrina por su propia madre, falleció luego de casi tres meses de una lucha constante por sobrevivir.
Hace dos semanas se le había dado de alta y se le envió al Hogar Malambo, pero el lunes presentó dificultades y luego murió.
El bebé había sufrió quemaduras de tercer y segundo grado, luego que la letrina en el sector de Villa Luchín a donde fue lanzado, fue rociada con gasolina y después incendiada.
Por varias semanas fue atendido por especialistas de la Sala de Quemados del Hospital del Niño, pero se le dio de alta, porque presentaba mejoría en su estado de salud.