CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no soy cort�s con las mujeres
Digan lo que digan, la feminidad es una luz en este valle oscuro que es el mundo, tan �spero y salvaje; caldo de dolores y vileza. Si el Divino Hacedor hubiese obviado completar Su obra con la gr�cil presencia de la dama, el mundo no ser�a m�s que trasto viejo, abismo f�tido sin puertas de salida ni lucerna de esperanzas. Pero "ellas" est�n aqu�, para hacer m�s llevadero el peso de la vida. A algunas se les tacha por su aparente fatuidad y su vivir tornadizo; pero esos son apenas lunares sin valor, si se aprecia lo mucho que significan para el hombre, sus hijos y la colectividad. Condenado sea el que les falla y violenta; a ellas no, porque s�lo deben ser depositarias de nuestros besos y veneraci�n.
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