ABRACADABRA
"No a la corrupci�n"
"Si queremos un pa�s mejor para nosotros y nuestros hijos, hay que rechazar la corrupci�n con acciones concretas".
Carlos Guevara Mann
Colaborador
Pocos asuntos hay tan repugnantes como el tr�fico de personas. Es inmoral lucrar de la desesperaci�n de quienes, por la dificultad de sus circunstancias personales, se ven obligados a salir de su patria. Pero los conceptos de moral, bien com�n, responsabilidad y decencia son ajenos a la narco-torodictadura del PRD. A sus dirigentes s�lo los motiva el af�n de lucro y en la b�squeda de ese objetivo no se detienen ante nada. Que personajes de influencia cobren 15 mil balboas por facilitarles a naturales de la China comunista el traslado a nuestro pa�s es un esc�ndalo que en cualquier r�gimen m�nimamente transparente se castigar�a de manera ejemplar. Pero eso no puede ocurrir en Panam� mientras el Ministerio P�blico, los tribunales de (in)justicia y, sobre todo, la Asamblea, contin�en siendo propiedad privada del partido oficialista. Que a un allegado a la c�pula la ARI le venda casi 50 hect�reas de las mejores �reas revertidas, por 15.6 millones de balboas, precio que equivale a la mitad del valor comercial del terreno, es un insulto al pueblo. Las �reas revertidas son para promover el desarrollo nacional, no para favorecer a amigos y copartidarios. Que los bienes del Estado se empleen abiertamente, sin restricci�n ni castigo alguno, para perpetuar el sistema de venalidad y arbitrariedad impuesto por los militares y el PRD, es inaceptable. Pero eso es, precisamente, lo que ha hecho la torodictadura a trav�s de las partidas circuitales, el PARVIS y otros programas del Estado, utilizados para fabricarle al PRD una mayor�a fraudulenta en la Asamblea. Si queremos un pa�s mejor para nosotros y nuestros hijos, hay que rechazar la corrupci�n con acciones concretas, como exigirle al pr�ximo gobierno que lleve a cabo una exhaustiva investigaci�n en todas las ramas de la administraci�n p�blica, con el fin de detectar irregularidades y restituir al erario lo que ha sido indebidamente apropiado. El ministro designado de Econom�a, V�ctor Juliao, ya ha dicho que se revisar�n "todos los contratos de venta de tierras aprobados recientemente por la Autoridad de la Regi�n Interoce�nica (ARI), los que de contener alguna irregularidad ser�an desconocidos" (La Prensa, 18 de agosto). Anteriormente, Juliao declar�: "Creo que s� tenemos que investigar algunas cosas, pero tampoco nos podremos pasar todo el gobierno revisando acciones de la administraci�n pasada" (El Panam� Am�rica, 12 de agosto). Ahora queda claro que la revisi�n tiene que ser profunda y que debe nombrarse una comisi�n investigadora, como repetidamente lo ha sugerido Alberto Quir�s Guardia, para llegar al fondo de la corrupci�n y sentar pautas de decencia y rectitud en el manejo de la cosa p�blica. El pueblo, hastiado de torodictadura, conf�a en las promesas de Mireya Moscoso, quien ha reiterado que no tolerar� la corrupci�n. En este punto, el nuevo gobierno no puede defraudar a la ciudadan�a. Ud., que lee estas l�neas: manifieste su repudio a la corrupci�n. Rechace a los legisladores, supuestamente de "oposici�n", que est�n a punto de entrar en componenda con el PRD para recibir mayores partidas circuitales. (Que se preparen, porque como se atrevan a aliarse con el PRD, desde esta tribuna recibir�n plomo sin tregua). El 30 de agosto celebre el primer aniversario del glorioso NO a la reelecci�n. Al d�a siguiente, celebre el fin de la torodictadura, pues a m�s tardar a medianoche del 31 tendr� que haber evacuado la presidencia el torodictador. (Que no pretenda quedarse en la casa presidencial ni un segundo despu�s de las 12 de la noche porque NO se lo vamos a permitir). Y el 1 de septiembre acuda temprano al Estadio Nacional, con un cartel�n que diga: NO A LA CORRUPCI�N. H�galo por Panam� y por sus hijos.
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