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EDITORIAL
PTJ versus Procuraduría
Una nueva pugna ha surgido entre el Ministerio Público y la Policía Técnica Judicial. Una auditoría al manejo que se le ha dado a la PTJ durante el último año, la cual se inicia estando su director de vacaciones, desató la tormenta.
Cuando el crimen campea en las calles, las autoridades encargadas de reprimir y perseguir el delito se entretienen en peleitas. Los maleantes están de fiesta, porque como reza el refrán: en río revuelto ganancia de pescadores.
La pugna PTJ-Procuraduría es un problema de nunca acabar. Desde 1990, la entidad encargada de asistir al Ministerio Público en la investigación de los delitos, ha tenido siete directores. A simple vista se ve que no hay ninguna estabilidad en la cúpula de la PTJ y por ende, la institución no puede lograr una adecuada administración. La ley que en 1990 aprobó la Asamblea Legislativa para crear la Policía Técnica Judicial establecía que el director lo nombraba el Procurador General de la Nación. Luego cuando el hoy procurador fungía como presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea, se reformó la legislación para que fuera el Pleno de la Corte Suprema de Justicia, quien nombrara al funcionario. En pocas palabras, la Corte Suprema nombraba a un funcionario que labora bajo la esfera del Ministerio Público. En 1995, se introdujo otra reforma, que asignaba al Procurador la facultad de nombrar al director de la PTJ. En 1998, hubo una nueva modificación, para que fuera el presidente de la Corte, quien designe al jefe de la Policía Técnica Judicial.
Podrá haber cambios en la dirección de la PTJ, pero el problema persistirá, porque existe un evidente problema de comunicación entre esa policía de investigación y el Ministerio Público. Han cambiado la legislación y nada funciona. La experiencia demuestra que el problema no está en las leyes, sino en los hombres.
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PUNTO CRITICO |
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