Los chiítas iraquíes exigieron que la Constitución permita la instauración de una federación en Irak y prohíba la existencia del partido Baas, afín a los sunitas, dijo uno de sus negociadores.
Jawad al Maliki, número dos del partido Dawa del premier Ibrahim Jaafari, añadió que "los árabes sunitas quieren un retorno del partido Baas (del presidente derrocado Saddam Hussein) lo cual es totalmente inaceptable", acotó.
Los kurdos y chiitas cuentan con una abrumadora mayoría en el Parlamento y pueden aprobar la Constitución sin el apoyo sunita.
Pero la insurgencia que todavía azota a Irak tiene sus raíces en el corazón sunita y se supone que la Constitución es parte del proceso de incluir a esa comunidad.