No es una enfermedad común, pero la fibromialgia ataca a más de la mitad de los seres humanos.
Es una enfermedad crónica del músculo esquelético que causa dolor y fatiga. Su origen es desconocido. Este dolor se presenta en el tejido fibroso del cuerpo, músculos, ligamentos y tendones.
Además de dolor y la fatiga se presentan otros síntomas que incluyen insomnio, irritación intestinal, dolor de cabeza crónico, rigidez matutina, deterioro de la memoria o el conocimiento, reducción de la coordinación y resistencia muscular.
La fibromialgia no debe ser confundida con la artritis, ya que aunque produce dolores similares en las articulaciones, no causa inflamación sino, más bien, afecta a los músculos.
Para aliviar la fibromialgia se recomienda el consumo de hierbas y plantas que poseen propiedades para relajar los músculos de la tensión y aliviar el dolor.
Le presentamos algunos de los remedios que pueden aplicarse en la comodidad de su hogar:
- Aplicar vinagre de manzana sobre la zona dolorida.
- Hervir, durante 5 minutos, dos gramos de la corteza seca desauce en una taza con agua. Tomar dos o tres tazas al día. Debido a su contenido en salicina, principio de la aspirina, calma el dolor.
- Consumir dos cucharaditas de jengibre en polvo disuelto en un vaso con agua. Beber dos veces al día.
- Hervir una cucharadita de las flores de hipérico o hierba de San Juan en una taza con agua durante 5 minutos. Tomar dos veces al día.
- Realizar una decocción, durante 30 minutos, de 100 gramos de cola de caballo seca, por litro de agua. Beber dos tazas al día.
- Verter 35 gramos de flores de caléndula en un litro de alcohol de 45 grados. Reposar 15 días y aplicar compresas sobre la zona afectada.
RECOMENDACIONES..
Incorporar alimentos ricos en magnesio como espinacas, lechugas, espárragos, germen de trigo y levadura de cerveza para mantener los músculos y tendones en buen estado. Según estudios, las personas que sufren de esta dolencia al consumir magnesio presentan menos episodios de dolor.
Consumir alimentos con selenio como la cebolla, ajo, coles, naranja, pepino, calabaza y manzana, ya que ayuda a disminuir la sensación de dolor.
Ingerir alimentos con calcio como leche, queso y yogures, ya que una baja concentración de calcio en la sangre produce espasmos musculares.
Realizar actividad física como caminar, andar en bicicleta y nadar, de forma regular para restaurar el tono muscular apropiado.