EDITORIAL
Pelea bochornosa
Nuestra clase política panameña sigue dando que hablar. Incluso hasta el punto de escenificar peleas tontas al mejor estilo de las que ocurren en los barrios de patio limoso.
Otra vez la ciudadanía debió observar un bochornoso hecho cuando un legislador irrumpe en una conferencia y tal si fuera un vaquero se agarra a golpes con un dirigente del Frente Anticorrupción.
Ni siquiera medió el diálogo y la interpelación decorosa para cuestionar las denuncias ya usuales en el ambiente político pre - electoral.
Estamos mal en un país donde no se respetan los planteamientos de los demás y se recurre a la violencia Es imperante bajar los ánimos, atenuar el lenguaje belicista de algunos.
Es el momento de que la sociedad panameña reflexione frente a los incidentes de agresión, que mañana puede degenerar en un incidente que puede cobrar la vida de alguien.
También vale la pena recordar la necesidad que las denuncias que se formulen, se hagan con fundamentos y no con la intención de dañar la imagen de una persona.
La honra de una persona es lo más valioso. El apellido es la herencia que nos dejan nuestros padres, por eso la gente decente cuida su buen nombre.
Si alguien no está de acuerdo con una denuncia que se formule en su contra, las leyes panameñas establecen los mecanismos a los que puede recurrir el afectado.
Existe la instancia del Ministerio Público, que permite interponer una querella y así limpiar el honor afectado.
Ese es el procedimiento que se debe seguir y no irrumpir en una conferencia de prensa para agarrarse a golpes con cualquier denunciante. Hay que bajarle los ánimos a los políticos.
PUNTO CRITICO |
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