Cegada por la ira que le provocó que un policía requisara a su cónyuge, una menor de 17 años, ni corta ni perezosa, quebró una botella e hirió al uniformado.
La agresión contra el agente Rafael Guerra ocurrió en una casa de alquiler en el Sector 32 de Veranillo, en el distrito de San Miguelito.
Pero ese sorpresivo ataque no le salió gratis a la iracunda menor, pues tanto ella como su amado tormento fueron puestos a órdenes de las autoridades competentes.
En tanto que el policía herido tuvo que ser conducido a recibir atención médica en la Policlínica Manuel María Valdés, de Paraíso, donde le cosieron siete puntos.