La seguridad privada no sabe controlar a las masas, el resultado es peligroso. A esto tampoco se escapa la Fepafut y Pandeportes, responsables del evento y estadio, respectivamente.En el partido Panamá vs Trinidad y Tobago, con apenas 8 mil fanáticos, hubo caos y represión, que Crítica advierte que en un partido oficial terminará en tragedia. El tema es reiterativo. Hasta la prensa deportiva recibió golpes (ver nota a un costado). Una lástima para el deporte.
TESTIMONIOS
Isa, una joven fanática, estaba retirándose tranquila del estadio cuando una seguridad privada le pegó un puñetazo. "Si no me tiro para atrás me rompe la cara". "Era un desorden, la policía te tiraba espray pimienta, te pegaba, los seguridad igual", denuncia la joven.
"Ellos (los seguridad) se molestaban porque la gente tiraba cerveza; pero no entiendo, si siempre se tira, además, ellos son los que la venden", expresó.
En otro caso, Gabriel estaba en la grada celebrando los goles, cuando de pronto un policía decide sacarlo del estadio a la fuerza, a pesar de acceder, al ver que su novia era maltratada, reclama; por ello, de premio, recibe espray pimienta en los ojos.
Peor le fue a Stefany, una joven no mayor de 20 años, quien cuando celebraba el gol de Panamá, la cerveza volaba y otro policía al caerle líquido se molestaba y la tomaba contra ella, quien recibió de inmediato la reprimenda de un grupo de policías enfurecidos y un toletazo que le causó un hematoma, pero pudo ser peor.
Los golpes eran por todas partes. En cada sector del estadio se daban peleas, donde la policía reaccionaba. En resumen: la policía y la seguridad no saben cuidar un partido de fútbol.
Crítica puede confirmar las tres fuentes citadas (nos reservamos los apellidos). El Rommel es un caos y da verg�enza, pero sería peor. Las autoridades deben actuar y tratar de mejorar esto.