ABRACADABRA
"Politiquería"

"Con este proceder los "dirigentes" políticos han logrado el mayor desprestigio de la oposición"

Carlos Guevara Mann


B
uen pescador en río revuelto, Joaquín Fernando Franco, Presidente del Partido Liberal, en vías de extinción, confirmó el pasado viernes que postulará al arnulfista Alberto Vallarino a las primarias de su agrupación.

Se dice que los partidos Renovación Civilista y Nacionalista Popular, igualmente en vías de extinción, también postularán a Vallarino.

Y la Democracia Cristiana evalúa la conveniencia de seguir los pasos de estos partidos oportunistas.

Con este proceder, los "dirigentes" políticos han logrado desprestigiar aún más a la oposición, como también acentuar la división de la oposición civilista y añadir a la frustración del pueblo panameño, que aspira a una nómina única para sacar de circulación a la maleantería perredista.

Si no hay más razón para participar en la política que el oportunismo crudo, se entiende que el Liberal de Franco, el Renovación Civilista y el Nacionalista Popular busquen sus "propios horizontes".

El escuálido número de adherentes con que cuentan y el poco peso que ejercen en la política nacional no les augura nada más que la desaparición.

Estos son "partidos de taxi": todos sus miembros caben en un uno de esos vehículos de transporte selectivo.

Han calculado que, yéndose por su cuenta, tienen más oportunidad para subsistir.

Todo lo que les importa a sus dirigentes es eso: subsistir, para seguir figurando en el escenario nacional, muy por encima de sus capacidades y posibilidades, y continuar disfrutando las ventajas socioeconómicas que en el ámbito mediocre de la política panameña vienen con ello.

Frustrar el deseo ciudadano de unidad nacional para consolidar la democracia y el desarrollo humano sostenible los tiene sin cuidado.

Lo que no se entiende es la actitud de Alberto Vallarino.

Distinguido profesional, reiteradamente ha hecho profesión de sus convicciones panameñistas.

Pero el panameñismo es uno e indivisible.

Tenía, además, prácticamente asegurada la candidatura de su Partido para el 2004, cuando hubiera podido presentarse a las elecciones internas de su partido con mayor experiencia política y prestigio incomparado.

Para ello sólo le tocaba apoyar ahora a Mireya Moscoso, colaborar eficientemente con su gobierno y prepararse para las próximas elecciones.

Ahora parece condenado a pasar a la historia como otro divisor más de la oposición, poco honroso papel que ya antes desempeñaron Rubén Darío Carles, el maraquero Blades e Hildebrando Nicosia.

Como dice aquella vieja conga de la Sonora Matancera, "Mira que cosas tiene la vida", no puedo aguantar la risa que me da el novísimo contubernio entre el bufón Miguelito y el pulido excanciller, Ricardo Alberto Arias Arias, para lograr la postulación de este último por el partido de aquél (el PRD).

Sabe Dios qué fumó ahora Bush, quien de seguro sostendrá que Arias al cuadrado es más torrijista que Omar, más pueblo que María Pantalones, más nacionalista que Ascanio Arosemena y más campechano que Mano de Piedra Durán.

A esta columna llegó la versión de que don Ricardo Alberto es el candidato del Torodictador (y sus amigos del Norte) y que el ex poderoso le ordenó a Miguelito, quien le debe favores, que arreglara el terreno para la postulación de Arias Arias por el PRD.

Pero la incomparable perredista colonense, Miss Ebony Culatto, asegura que en unas primarias libres, doble Arias llegaría, cuando mucho, de penúltimo.

(Se ganaría sólo a Sánchez Cárdenas, quien quedaría, sin duda, de último,dice la Culatto.)

Va a estar buena la sacadera de ojos en el PRD.

 

 

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Sepelio de don Ernesto de la Guardia Jr. que fue Presidente de la República en 1956.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, tiro la basura en cualquier lado.


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