FAMILIA
La guerra contra las drogas
James A. Inciardi
Siempre se ha considerado importante
dotar al individuo de los conocimientos y aptitutes necesarios para su propia
protección y la de su pareja o familia contra las posibles consecuencias
nocivas de una sexualidad arriesgada, pero hoy es urgente promover una sexualidad
sana, ante la creciente exposición a las enfermedades de transmisión
sexual, especialmente entre los adultos jóvenes, y la propagación
del VIH/SIDA.
Por otra parte, tras el relajamiento de las normas tradicionales sobre
comportamiento sexual, resultante del caótico crecimiento urbano,
de las migraciones, de los conflictos y desastres y de la degradación
socil y económica, es aún más imperiosa la necesidad
de medidas sanitarias encaminadas a promover una sexualidad saludable para
prevenir la propagación de enfermedades. Al elaborar las políticas
de salud y población habrá que tener en cuenta las necesidades
de individuos y comunidades de disponer de información, apoyo y consejos
en materia de sexualidad, todo ello indispensable para asegurar la salud
individual y familiar.
A la OMS le incumbe en todas estas esferas la función de cooperar
con los gobienos, instándoles a implantar sistemas asistenciales
adecuados para hacer frente a las cambiantes necesidades individuales y
demográficas.
En la Asamblea Mundial de la Salud, los delegados y otros expertos son
invitados a participar en Discusiones Técnicas sobre un tema elegido
por su importancia para la salud públic internacional. Este año
esas discusiones versan sobre la "Acción comunitaria en pro
de la Salud", subrayándose la necesidad de establecer una colaboración
dinámica entre los profesionales de la salud y los individuos a nivel
local para conseguir mejoras concretas en la situación sanitaria
de cada comunidad.
El deplorable perfil sanitario y demográfico de muchas naciones
africanas es resultado de una diversidad de factores. Uno de los métodos
elegidos por Nigeria para abordar los problemas ha consistido en establecer
una Asociación para la Salud Reproductiva y Familiar, medida innovadora
destinada a emprender y promover programas para el mejoramiento de la salud
reproductiva y familiar en Nigeria y otras partes de Africa. Los grupos
beneficiarios de los programas de la Asociación son las poblaciones
rurales y las clases humildes de las ciudades, a las que se llega a través
de la estrategia de atención primaria denominada "protección
sanitaria de base comunitaria".
La Asociación decidió probar este método a raíz
de un estudio de viabilidad (1980-1983) destinado a comprobar si era posible
formar a miembros de la comunidad como dispensadores comunitarios de servicios
de salud, ya fuera en calidad de agentes de formación, de agentes
de salud rurales voluntarios o de parteras tradicionales. Tras cinco años
de gestión conjunta por el servicio de investigación sobre
fecundidad de la Facultad de Obstetricia y Ginecología de la Universidad
de Ibadán y el Ministerio de Salud del estado de Oyo, el estudio
de viabilidad se amplió a las 23 circunscripciones administrativas
de ese estado, creándose una unidad de protección sanitaria
de base comunitaria en el Ministerio de Salud para supervisar su realización.
En 1986, los métodos y las técnicas de reclutamiento, formación,
motivación y supervisión de los agentes comunitarios rurales,
en su mayoría analfabetos, se adaptaron a un proyecto urbano en el
casco viejo de Ibadán. Si bien era una versión un tanto simplificada
de los servicios de salud y de planificación familiar dispensados
mediante el modelo rural, el proyecto urbano (basado en los mercados) tenía
por objeto experimentar la utilización de los vendedores como agentes
para promover en los mercados de las ciudades la salud y la planificación
de la familia.
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