Sábado 19 de sept. de 1998

 








 

 

EDITORIAL
Decomiso de harinas ilegales

La detección de un embarque de harinas mexicanas carentes de los nutrientes que exige la legislación panameña, ordenada ayer por las autoridades del Ministerio de Salud, constituye paso de adecentamiento en el cumplimiento de las normas sanitarias y de etiquetado, vigentes en nuestro país.

Al efecto, las previsiones del Decreto Ejecutivo No. 495 de 4 de diciembre de 1997 reclama de las harinas de trigo contenidos de Tiamina, Riboflavina, Niacina, Hierro y Acido Fólico; aspectos que fueron ignorados por los importadores del producto, que carece de ellos.

De igual manera, el registro sanitario, control que exige nuestra legislación aduanera fue ignorado, con la sospechosa agravante de que al referido producto le había sido negado hace un mes; situación anormal que reclama inmediata averiguación para esclarecer los mecanismos utilizados por los comerciantes importadores para introducirlo ilegítimamente al territorio panameño, cuando resulta evidente el incumplimiento de sus funciones en las autoridades portuarias que deben aplicar los mecanismos aduaneros.

De acuerdo con afirmaciones de funcionarios conocedores de estos aspectos sanitarios las previsiones del Decreto Ejecutivo 495 se dirige a mejorar los niveles de nutrición de los panameños, con especialidad de niños y mujeres en estado de gestación; sectores poblacionales duramente castigados por el morbo de la deficiencia alimenticia, cuyas secuelas se traducen en recursos humanos incapaces de prosperar intelectualmente, con rendimientos físicos reducidos, propensos a las enfermedades y la prematura muerte.

La realidad de problema de salud pública que oferta la desnutrición panameña reclama de las autoridades decisiones y medidas enérgicas, que al igual del decomiso de las harinas mexicanas, permita adecentar las prácticas de comercialización y afirma las búsquedas de mejorar la calidad de vida de los sectores vulnerables de nuestra sociedad.

Las disposiciones legales que exigen agregar componentes salutiferos no son ajenas al ordenamiento panameño desde hace lustros, cuando se exigió que la sal se mejore con el enriquecimiento de yodo y flour; sustancias idóneas para prevenir enfermedades que azotan la vida nacional.

Los constantes reclamos de la CLICAC sobre el etiquetado de los productos y las fechas de expiración de los productos alimenticios y las medicinas, se justifica plenamente cuando es del conocimiento público que establecimientos expendedores ofrecen mercancías vencidas, tales galletas, dulces y enlatados, como denuncian afectados por tal irregularidad.

De igual manera se afirma que es práctica localista el refechar los productos adquiridos en lotes desechados del extranjero, para hacerlos aparecer como ajustados a las normas reglamentarias y legales vigentes.

La salud es estado de la vida donde el ciudadano puede aportar sus mayores rendimientos y mejores calidades; ponerlo en peligro con productos sospechosos e ilegítimos, constituye un delito que merece sanciones drásticas.

 

 

 


 

AYER GRAFICO
El Dr. Carlos Pérez Herrera participa en un mitin en La Placita de Santiago.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, la burocracia se acentúa en las oficinas públicas.


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