Cada año se unifican la cultura y las costumbres, de dos naciones vecinas que se entrelazan para celebrar la independencia de una de estas, se trata de Costa Rica y Panamá, que para 15 de septiembre se toman las pequeñas avenidas de la línea fronteriza para esta celebración patriótica.
La Confraternidad es una fiesta que a permitido unir los lazos culturales, educativos y diplomáticos entre ambos, pues grandes y chicos participan en la celebración que se extiende por más de cinco días.
Los festejos para conmemorar la independencia de Centroamérica se han convertido en parte de una tradición en el sector limítrofe de Paso Canoas, en la provincia de Chiriquí.
Los actos se programan en el sector de la frontera y permite que dos culturas se entremezclen para presidir la confraternidad tico - panameña, ya sea a través de sus comidas, bebidas y tradiciones culturales.
Más de un centenar de personas se abocan desde tempranas horas de la mañana para participar en la celebración.
Con esto se rinde tributo a esta inmemorable fecha que para los centroamericanos representa la transición como pueblos libres e independientes.
Aunque Panamá no celebra su independencia para esta ocasión, se recuerdan los cinco países de América Central que dieron ese paso, por lo cual todos los 15 de septiembre de cada año, es común ver hermosas niñas ataviadas con los trajes típicos de estos países hermanos.
El Salvador y Guatemala fueron los primeros en independizarse luego invitan a Honduras, Nicaragua y Costa Rica para la integración de una Asamblea Constituyente dentro de la proyectada Federación Centroamericana.
Por fin en 1848, Costa Rica nace a la vida independiente de forma conjunta con las demás provincias que formaban parte de la Capitanía General de Guatemala.
En la organización de esta celebración participan nacionales y extranjeros, lo que permite la integración de todos los panameños dentro de esta actividad que se ha constituido en una especial oportunidad para compartir con los pueblos vecinos.