La explosión de un coche bomba en Damasco causó ayer la muerte de 17 personas e hirió a otras 14, en un atentado sin precedentes en la historia reciente del país y cuya autoría, hasta el momento, no ha sido reconocida por ningún grupo.
La televisión Siria, que ha realizado una amplia cobertura del suceso, informó de que el estallido se produjo en la carretera que comunica Damasco con el aeropuerto de la capital.
El vehículo se encontraba en la calle Al Mahalaq al Yanubi, cerca de la zona conocida como Mafraq al Sayida Seinab, donde se encuentra el mausoleo de la nieta del profeta Mahoma.
Asimismo, el canal de televisión árabe Al Yazira informó de que el estallido se produjo cerca de un centro de la seguridad del Estado, un extremo que no ha sido ni negado ni confirmado por ninguna fuente oficial siria.
El ministro de Interior, Basam Abdel Mayid, calificó el atentado de acción "terrorista y cobarde" e insistió en que la bomba tenía como objetivo acabar con la vida de ciudadanos.
Asimismo, el responsable sirio dijo que hasta el momento se desconoce que grupo u organización ha podido perpetrar el ataque, cuya autoría aún no ha sido reconocida por ninguna agrupación.
La emisora estatal siria, que interrumpió su programación habitual para informar del atentado, afirmó que el coche estaba cargado con alrededor de 200 kilogramos de explosivos y que unidades de la lucha antiterrorista han abierto una investigación para intentar esclarecer el suceso.
La explosión causó considerables destrozos en las fachadas de viviendas y edificios en un radio de varias decenas de metros, indicó la televisión.
SOLIDARIDAD ESPA�OLA
El Gobierno de España expresó su condena enérgica al atentado en Damasco, y advirtió a los terroristas que con estos actos criminales "no lograrán su propósito de alterar la estabilidad y la convivencia en el país".