Panamá está de moda en el mundo del boxeo. Así lo demuestran los cuatro campeones mundiales que tenemos actualmente, el último de ellos Guillermo "El Felino" Jones, un púgil de origen colonense que ayer pulverizó con sus puños la humanidad del alemán Firat Arslan.
Jones, de 36 años, se llevó los aplausos en Hamburgo, Alemania, y se convirtió en el campeón mundial número 28 nacido en esta tierra y en el noveno boxeador colonense en hacerlo, emulando así a leyendas como Panamá Al Brown y "El Tigre" Ismael Laguna.
Ojalá que "El Felino" sepa valorar la magnitud de lo que ha conseguido y aproveche esta oportunidad para asegurar el futuro suyo y el de su familia, porque son famosos los casos de púgiles panameños que tras saborear las mieles de la gloria quedan en la nada, mendigando dinero a los gobiernos de turno.
Jones había intentado en tres ocasiones anteriores tocar el cielo con sus manos, pero no había podido lograrlo, razón por la que puede decirse que su título crucero es un premio a su perseverancia.
Si por algo se ha caracterizado este 2008, es por la gloria que los atletas de Colón le han dado a esta Patria. Celestino "Pelenchín" Caballero, Irving Saladino y ahora Jones dan fe de ello.
Jones ha comprobado por sí mismo que cuando se toman las cosas en serio se pueden lograr muchos objetivos. Ojalá que este ejemplo sirva a otros que piensan en incursionar en el fascinante, pero difícil mundo del deporte.
Ahora, a todos nuestros campeones mundiales les toca prepararse para defender con éxito sus títulos.
Esperemos que las autoridades deportivas brinden todo el apoyo requerido para que nuestros monarcas tengan éxitos en su misión y sigan dándole gloria a esta Patria tan pequeña.