Una vaca en estado de gestación debe ser bien alimentada.
El alimento que usted proporcione y la cantidad dependerán de la severidad del invierno o el verano y de la etapa del embarazo. Si las vacas están en el trimestre final crucial y el clima todavía está frío, usted las debe alimentar adecuadamente para brindarles una nutrición adecuada no solamente para mantener su temperatura, sino también para las demandas del feto en rápido crecimiento, la habilidad de lactancia de la vaca y su posterior fertilidad.
EL PESO IMPORTA
Al tener crías, a las vacas muy delgadas les toma más tiempo recuperarse y empezar su ciclo. Ellas volverán a tener crías tarde, con índices de concepción más bajos que los de las vacas normales. El verano es una buena temporada para evaluar cuidadosamente la condición de las vacas que se reproducen en invierno y viceversa. Obsérvelas muy bien en invierno para asegurarse que su alimentación es correcta. Es muy difícil levantar el peso de una vaca después de haber tenido la cría, puesto que las demandas de la lactancia y la fertilidad requieren de una buena nutrición; la vaca gasta más energía en la leche que en su peso corporal.
Por otro lado, siempre tenga presente que el pasto verde suministra todos los nutrientes requeridos de la vaca embarazada o lactante, excepto la sal (y ciertos minerales), así que su tarea será más fácil al tener crías cuando el pasto verde esté en abundancia.