Un vertido de lodo tóxico en Hungría, causó cuatro muertos y más de un centenar de heridos, casas destruidas, y daños en el ecosistema.
Los equipos de descontaminación trabajan contrarreloj para evitar que la riada tóxica llegue al Danubio, el segundo río más largo de Europa.
La población también corre un gran riesgo, porque el lodo saturado de cadmio, arsénico, silicio, plomo, hierro y otros metales pesados; además de ser altamente corrosivo, es también cancerígeno si se inhala.