Jueves 15 de oct. de 1998

 







 

 


AUMENTAN ESTADISTICAS Y SUS EDADES OSCILAN ENTRE 10 Y 14 AÑOS
Un calvario viven madres adolescentes en La Chorrera

Eric Montenegro
Panamá Oeste - EPASA

Generalmente, cuando se habla de madres adolescentes, nuestra sociedad tiende a apuntar el dedo acusador y tildar de irresponsables e inconscientes a estas jóvenes que a temprana edad inician la difícil tarea de ser madres. Sin embargo, pocos nos preocupamos por conocer el calvario que deben recorrer.

Otra de las interrogantes sería, cómo se prepara física y psicológicamente una madre adolescente, y aún más preocupante es saber cuántas de ellas tienen el apoyo de la pareja, que en un momento de pasión y promesas de amor, concibieron a un nuevo ser.

Para la Licda. Migdalia López, del programa de La Adolescente Embarazada, del Centro de Salud Magallys Ruiz en La Chorrera, el hablar del tema resulta conflictivo para muchas personas, sobre todo cuando se toma en cuenta las estadísticas sobre la materia.

En tanto que en el primer semestre del presente año, la cifra de adolescentes embarazadas entre las edades de 10 a 14 años es de 14; mientras que las de 15 a 19, se elevan a 208, siendo atendida la mayoría de los embarazos en el centro de salud Magallys Ruiz.

En La Chorrera, según datos del Departamento de Estadísticas de la Región de Salud en 1996, se registraron un total de 29 adolescentes embarazadas, entre las edades de 10 a 14 años, cifra que para el siguiente año descendió a 25. A su vez, los casos de embarazos entre jovencitas de 15 a 19 años en 1996 fueron 484, lo cual para el siguiente año se redujo en solo dos, es decir 482.

Cabe destacar que las cifras se derivan de los casos atendidos por los centros de salud diseminados en el distrito de La Chorrera.

Según explicó la Licda. Migdalia López, el programa de atención a las madres adolescentes ha sufrido variaciones, aunque se aspira a mejorarlo, contándose ya con la atención mental; a través de psicólogos, paidosiquiatría, nutrición, ginecología y el asesoramiento legal, en los casos que se requiere de la pensión prenatal.

Agregó que el objetivo del programa es brindar una atención integral a las madres adolescentes, para lo cual se parte del hecho de que son adolescentes embarazadas, ya que no es posible desligar el estado de embarazo de la edad; por lo que se busca elevar el autoestima de las jóvenes madres, comúnmente criticadas por la sociedad.

Una vez las jóvenes entran al programa se integran a la Docencia y Terapia Grupal, en donde la salud mental juega un papel primordial; a fin de ayudarles a enfrentar el proceso de embarazo, lo cual al no estar planificado crea una serie de conflictos de índole familiar, social e inclusive en el rendimiento escolar.

De igual modo se busca orientar a la adolescente, para que enfrente sus conflictos internos, sociales y familiares; que comúnmente deterioran la personalidad y autoestima; por lo cual se intenta que éstas reciban el afecto, integrar a sus familias y cónyuges, durante el tiempo en que permanecen dentro del programa.

El programa continúa adelante, en parte gracias a la colaboración del Fondo de Población, buscando siempre ofrecer lo mejor a las adolescentes, inclusive en el aspecto nutricional. Aclara la Licda López que no se trata de aplaudir la actuación de la joven, sino que ésta se sienta apoyada y no condenada.

Mediante la laborterapia, se permite a la joven exteriorizar el sentimiento de madre y al mismo tiempo capacitarlas para que aprendan a realizar trabajos que les ayude a obtener un ingreso; ello debido al bajo nivel de escolaridad que ostenta muchas de estas madres adolescentes y que les impedirá  obtener una buena remuneración dentro de una empresa.

En la parte legal, el asesoramiento es brindado por el Juzgado Seccional de Menores en Panamá  Oeste, sobre todo en lo referente a la responsabilidad paterna; siendo un alto porcentaje de estos embarazos el resultado de una relación con un adulto y no con adolescentes de su edad.

Al programa deben asistir las jóvenes con sus parejas, a ambos se les hace ver su responsabilidad como padres, para que la madre no se sienta sola, deben además aprender a interpretar la tarjeta de control prenatal y que sepan del proceso y desarrollo intrauterino; entre otros temas como son la relación afectiva entre la pareja y el niño.

Una vez las adolescentes culminan su embarazo, previa visita a la sala de partos para aliviar los temores, pasan a otro programa en donde reciben otro tipo de temas dirigidos a cuidado de los bebés; apoyándose mutuamente entre aquellas que carecen de los implementos necesarios para los recién nacidos.

Gracias al programa las adolescentes han mejorado el concepto que tenían de sí mismas y frente a la sociedad, al tiempo que se ha podido aumentar la cobertura en adolescentes para la prevención de embarazos a temprana edad.






 


 



 

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