AUMENTAN ESTADISTICAS Y SUS EDADES OSCILAN ENTRE 10 Y 14 AÑOS
Un calvario viven madres adolescentes
en La Chorrera
Eric Montenegro
Panamá Oeste - EPASA
Generalmente, cuando se habla
de madres adolescentes, nuestra sociedad tiende a apuntar el dedo acusador
y tildar de irresponsables e inconscientes a estas jóvenes que a
temprana edad inician la difícil tarea de ser madres. Sin embargo,
pocos nos preocupamos por conocer el calvario que deben recorrer.
Otra de las interrogantes sería, cómo se prepara física
y psicológicamente una madre adolescente, y aún más
preocupante es saber cuántas de ellas tienen el apoyo de la pareja,
que en un momento de pasión y promesas de amor, concibieron a un
nuevo ser.
Para la Licda. Migdalia López, del programa de La Adolescente
Embarazada, del Centro de Salud Magallys Ruiz en La Chorrera, el hablar
del tema resulta conflictivo para muchas personas, sobre todo cuando se
toma en cuenta las estadísticas sobre la materia.
En tanto que en el primer semestre del presente año, la cifra
de adolescentes embarazadas entre las edades de 10 a 14 años es de
14; mientras que las de 15 a 19, se elevan a 208, siendo atendida la mayoría
de los embarazos en el centro de salud Magallys Ruiz.
En La Chorrera, según datos del Departamento de Estadísticas
de la Región de Salud en 1996, se registraron un total de 29 adolescentes
embarazadas, entre las edades de 10 a 14 años, cifra que para el
siguiente año descendió a 25. A su vez, los casos de embarazos
entre jovencitas de 15 a 19 años en 1996 fueron 484, lo cual para
el siguiente año se redujo en solo dos, es decir 482.
Cabe destacar que las cifras se derivan de los casos atendidos por los
centros de salud diseminados en el distrito de La Chorrera.
Según explicó la Licda. Migdalia López, el programa
de atención a las madres adolescentes ha sufrido variaciones, aunque
se aspira a mejorarlo, contándose ya con la atención mental;
a través de psicólogos, paidosiquiatría, nutrición,
ginecología y el asesoramiento legal, en los casos que se requiere
de la pensión prenatal.
Agregó que el objetivo del programa es brindar una atención
integral a las madres adolescentes, para lo cual se parte del hecho de que
son adolescentes embarazadas, ya que no es posible desligar el estado de
embarazo de la edad; por lo que se busca elevar el autoestima de las jóvenes
madres, comúnmente criticadas por la sociedad.
Una vez las jóvenes entran al programa se integran a la Docencia
y Terapia Grupal, en donde la salud mental juega un papel primordial; a
fin de ayudarles a enfrentar el proceso de embarazo, lo cual al no estar
planificado crea una serie de conflictos de índole familiar, social
e inclusive en el rendimiento escolar.
De igual modo se busca orientar a la adolescente, para que enfrente sus
conflictos internos, sociales y familiares; que comúnmente deterioran
la personalidad y autoestima; por lo cual se intenta que éstas reciban
el afecto, integrar a sus familias y cónyuges, durante el tiempo
en que permanecen dentro del programa.
El programa continúa adelante, en parte gracias a la colaboración
del Fondo de Población, buscando siempre ofrecer lo mejor a las adolescentes,
inclusive en el aspecto nutricional. Aclara la Licda López que no
se trata de aplaudir la actuación de la joven, sino que ésta
se sienta apoyada y no condenada.
Mediante la laborterapia, se permite a la joven exteriorizar el sentimiento
de madre y al mismo tiempo capacitarlas para que aprendan a realizar trabajos
que les ayude a obtener un ingreso; ello debido al bajo nivel de escolaridad
que ostenta muchas de estas madres adolescentes y que les impedirá
obtener una buena remuneración dentro de una empresa.
En la parte legal, el asesoramiento es brindado por el Juzgado Seccional
de Menores en Panamá Oeste, sobre todo en lo referente a la
responsabilidad paterna; siendo un alto porcentaje de estos embarazos el
resultado de una relación con un adulto y no con adolescentes de
su edad.
Al programa deben asistir las jóvenes con sus parejas, a ambos
se les hace ver su responsabilidad como padres, para que la madre no se
sienta sola, deben además aprender a interpretar la tarjeta de control
prenatal y que sepan del proceso y desarrollo intrauterino; entre otros
temas como son la relación afectiva entre la pareja y el niño.
Una vez las adolescentes culminan su embarazo, previa visita a la sala
de partos para aliviar los temores, pasan a otro programa en donde reciben
otro tipo de temas dirigidos a cuidado de los bebés; apoyándose
mutuamente entre aquellas que carecen de los implementos necesarios para
los recién nacidos.
Gracias al programa las adolescentes han mejorado el concepto que tenían
de sí mismas y frente a la sociedad, al tiempo que se ha podido aumentar
la cobertura en adolescentes para la prevención de embarazos a temprana
edad.
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