El pleno de la Asamblea Nacional aprobó ayer en tercer debate reformas a la ley que creó el programa de asistencia social $100 a los 70.
La reforma va encaminada a introducir nuevos requisitos no contemplados en la ley original, que en su momento no contempló que los adultos mayores beneficiados estuvieran en riesgo social, marginalidad, vulnerabilidad, pobreza o extrema pobreza.
Los nuevos filtros tienen por objetivo frenar el ingreso de nuevos beneficiarios al programa, lo que en la actualidad está generando una situación deficitaria en la planificación económica del programa social.
Además, la propuesta contempla que se suspenderá el beneficio a las personas beneficiarias cuando se les compruebe que lo utilizan en actividades como la adicción al alcohol, drogas o juegos de azar.
La reforma va dirigida a focalizar la asignación de los beneficios del programa, de manera que los limitados recursos del Estado sean utilizados para atender a las personas que efectivamente requieren de este apoyo para el mejoramiento de sus condiciones de vida.
La directora del programa, Yésica Pérez, señaló que los cálculos eran de 70 mil ancianos mayores de 70 años en unos 221 corregimientos, pero los cálculos revelan que van 82 mil ancianos inscritos. Se cree que la cifra puede aumentar a 90 mil adultos mayores beneficiarios, lo que conllevaría sobrepasar la cifra del presupuesto y establecer un programa insostenible.